Bicicleta HONOR del año 1933

Conservación y restauración de una bicicleta marca HONOR del año 1933

Aunque ha sufrido algunas modificaciones a lo lardo de su dilatada vida, esta maravillosa bicicleta de principios de los años 30 se ha mantenido fiel a su nombre.

A pesar de haber vivido más historia que la mayoría de los que leéis este artículo, sigue manteniendo todo su esplendor, por eso la denominamos cariñosamente “Doña Varillas”.

Tras muchos meses de seguir el rastro de sus comienzos buscando en bibliotecas y publicaciones de la época, tenemos que agradecer la ayuda proporcionada por el nieto de su antiguo propietario, que nos ha permitido finalmente dar algo de luz a sus orígenes.

Un poco de historia.

Esta bicicleta se fabricó en Galicia de la mano de Honorino Méndez allá por los años 30, antes de que diera comienzo la devastadora Guerra Civil Española.

Gracias al libro «120 años de ciclismo gallego» de Xerardo González Martín, hemos podido dilucidar la curiosa historia de la marca Honor, tan poco conocida por muchos.

Honorino Méndez, natural de Vedra, A Coruña (1888) fue uno de los pioneros del ciclismo gallego. Para evitar el cumplimiento del servicio militar emigró a Francia, donde soñaba con hacerse piloto aéreo. Allí, a la par que trabajaba en la industria aeronáutica, comenzó a practicar ciclismo.

Tras estrellar uno de los aviones de la empresa en donde trabajaba, no pudo hacer frente al pago del siniestro y emigró a Chile, donde se dedicó al comercio a la vez que competía en bicicleta con tanto éxito que quisieron que se nacionalizara en Chile para contar con su participación en los Juegos Olímpicos de Estocolmo en 1912.

En vez de quedarse en Chile, Honorino Méndez volvió a Galicia y se convirtió en el ciclista más relevante de la época.

Se retiró en 1920 y fue entonces, cuando abrió un taller de bicicletas en Santiago de Compostela. Al principio solo vendía bicicletas de dos de las marcas más famosas de la época: la francesa Alcyon y la inglesa Raleigh.

A finales de los años 20 del siglo pasado, Honorino Méndez empezó a fabricar sus propias bicicletas.

Los conocimientos en ingeniería adquiridos en su época francesa le ayudaron mucho en esta tarea, fabricando bicicletas bajo los nombres de Homen y Honor.

Para su marca o logo, tomara el escudo de Galicia y al pie del mismo el nombre “Sant Yago”.

Rápidamente la calidad de sus bicicletas alcanzó gran popularidad entre el creciente ciclismo de competición gallego, desbancando en la región a otras marcas como Orbea y BH.

En la dureza de la postguerra española una fábrica pequeña como la de Honorino lo tenía muy difícil para subsistir. Por ello nuestro fabricante viajó al País Vasco para llegar a un acuerdo con Orbea, y que fuera esta, la que fabricara sus bicicletas con la marca Honor.

Sin embargo felizmente Orbea se percata de la calidad de los cuadros de Honorino, siendo a partir de ese momento la encargada de la distribución y venta de las bicicletas Honor repartiendo beneficios con su propietario.

Esta colaboración perduró hasta la muerte de Honorino Méndez en 1970. Desde esa fecha hasta los años 80 Orbea siguió fabricando cuadros con el logotipo de Honorino por un acuerdo de «honor» (nunca mejor dicho) con la viuda del fabricante gallego. Tristemente, con la muerte de ésta se acabó la relación y la historia de Honor.

Acerca de su restauración.

Actualmente se encuentra en plena restauración. Hemos decidido que la mantendremos lo más original posible. Por ejemplo en vez de lijar el cuadro retirando la pintura vieja y volviendo a pintarlo, recibirá una profunda limpieza y una capa de laca para conservarlo y protegerlo con toda su historia, al igual que la parte mecánica que está recibiendo una exhaustiva puesta a punto reparando todo lo necesario para evitar sustituir una sola pieza.

Por lo tanto no hablamos de una restauración, sino más bien una conservación. Dada la envergadura de este proyecto y la dedicación con la que lo estamos llevando no estimamos fecha de finalización, iremos actualizando la información a medida que vayamos avanzando.

En las siguientes imágenes vemos la bicicleta tal y como llegó a nuestras manos, en breve adjuntaremos una segunda galería con la evolución en esta conservadora restauración.